
Publicado: abril 6, 2025
Miles se manifiestan en todo el país y el extranjero contra lo que consideran una amenaza a la democracia y los derechos civiles
Un movimiento nacional: protestas simultáneas en los 50 estados
Estados Unidos vivió una jornada de movilización masiva que reunió a miles de ciudadanos en más de mil puntos de concentración, en la protesta nacional denominada “Manos fuera”, considerada la mayor desde el retorno de Donald Trump a la presidencia. La iniciativa tomó fuerza en ciudades clave como Nueva York, Washington D. C., Los Ángeles, Chicago y Boston, extendiéndose incluso a capitales europeas.
Las consignas coreadas y plasmadas en pancartas apuntaron directamente a la figura de Trump, a su política de centralización del poder, y al polémico rol del empresario Elon Musk en la reestructuración del gobierno federal.
Un mensaje claro: rechazo a la concentración de poder
Las manifestaciones reflejan una profunda preocupación ciudadana ante lo que los participantes describen como una deriva autoritaria. Las frases “No queremos reyes” y “No al fascismo” dominaron el paisaje urbano de Washington, donde miles se concentraron en el Monumento Nacional.
Una madre de familia declaró:
“Tengo un hijo con discapacidad. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras eliminan las políticas que garantizan su educación y seguridad social”.
La protesta también sirvió para denunciar los recortes del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encabezado por Musk, y que ha impulsado despidos y reestructuraciones en varias agencias federales.
Derechos migratorios en la mira: denuncias en Boston
En la ciudad de Boston, la atención se centró en la persecución a estudiantes migrantes, como el caso de Rumeysa Ozturk, detenida por agentes enmascarados cerca de su universidad. Este episodio fue considerado un símbolo del endurecimiento de la política migratoria del nuevo mandato.
La protesta estuvo acompañada por músicos con flautas y tambores, evocando la Revolución estadounidense, lo que reforzó el mensaje:
“Estamos luchando por recuperar el espíritu democrático que dio origen a este país”.
“Esto es solo el comienzo”: manifestaciones en Nueva York y otras ciudades
En Nueva York, la Quinta Avenida fue testigo de una manifestación que culminó frente a la casa de Tom Homan, apodado el “zar de la frontera”. Aunque este no se encontraba en su residencia, las pancartas, cánticos y denuncias retumbaron:
“Aquí en Estados Unidos la gente está despertando”, comentó Rachael Nevin, una de las participantes. “Cada vez más se sumarán a este gran ‘no’ colectivo”.
Florida y Wisconsin: señales políticas del descontento
En Florida, el congresista demócrata Maxwell Frost lideró uno de los discursos más encendidos, acusando una “toma multimillonaria del gobierno” y apelando a la movilización tanto en las calles como en las urnas.
Mientras tanto, en Wisconsin, los ciudadanos enviaron un mensaje claro en las elecciones: eligieron a un juez demócrata para la Corte Suprema estatal, con una ventaja de casi 10 puntos sobre el candidato republicano, respaldado públicamente por Musk.
Voces desde el exterior: apoyo global a la movilización
El descontento cruzó fronteras. En Londres, París y Berlín, grupos solidarios con la causa estadounidense también salieron a las calles. En la capital británica, los carteles hablaban por sí solos: “¿Qué demonios, América?”, “Es un idiota”, y “Dejen de lastimar a la gente”.
Los manifestantes internacionales criticaron la política exterior de Trump, particularmente sus intentos por anexar Canadá y Groenlandia, y su gestión del conflicto entre Ucrania y Rusia.
¿Un nuevo ciclo de resistencia?
El regreso de Trump al poder parece haber reactivado una red de protesta ciudadana diversa y decidida, que une desde defensores de derechos civiles hasta opositores a la política migratoria y ambiental.
Con el eco de vuvuzelas, tambores, y miles de voces exigiendo cambios, la ciudadanía envió un mensaje claro al poder político: la vigilancia popular sigue viva, y la resistencia apenas comienza.